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domingo, 4 de septiembre de 2011

Sueños de una noche de verano

Miro las paredes de mi habitación, azul, sereno, tranquilo, como el mar que baña la arena en verano. Me paro a pensar en cómo es mi vida, cómo podría ser, qué puedo llegar a ser, analizando fallos y aciertos. Comienzo a sentir esa sensación, ese sentimiento, me estremezco en una esquina de mi cama aferrándome a un cojín cuya funda pasaría a empaparse pronto por las impotentes lágrimas que comienzan a surcar mis ojos, lágrimas de dolor, de soledad.
Me gustaría saber qué pasa por la mente de toda esa gente que mira apenada mis depresivas reacciones en ciertas ocasiones. ¿Pena? ¿Angustia? ¿Impotencia? ¿Indiferencia?...También me gustaría saber lo que pasa por tu mente en este momento, ¿Qué piensas? ¿De qué te acuerdas?. No soy persona de arriesgar pero pondría la mano en el fuego por dos respuestas: nada, de poco...
Se acelera el pulso, me tumbo en la cama bocabajo, apago el móvil e intento cerrar los ojos y dejar la mente en blanco. Comienza a brotar un valle de lágrimas en mis ojos, ahogo mis llantos en la almohada ilusionandome con que algún día volverás a mis brazos y podre tenerte entre mis brazos en el mismo lugar donde se encuentra mi almohada. Mis ojos se hinchan y me quedo sin apenas lágrimas, mi respiración se va agotando poco a poco, mis párpados cansados, se cierran gradualmente. Es entonces cuando empiezo a soñar.
Aparezco en la playa, el mar baña mis pies, noto unas caricias en mi espalda, ahí estás tú, tus dedos bajan y suben por mi espalda y mi cintura, me besas por el cuello y susurras que me quieres, que me echabas de menos. Nos sumergimos en el mar, nadamos, hasta que el agua nos llega al cuello de repente me coges de la mano y me sacas del mar entre risas, tropiezo y una ola me arrastra en la orilla. Te marchas corriendo, asustado, sin mí...
Me despierto empapada en sudor, acelerada y apartando las sábanas con fuerza de mis pies, me desnudo y paso a ducharme para despejar mi cabeza. Es sólo un sueño, la realidad es aún más abrumadora. ¿Vendrás a salvarme?


 You're my angel

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